martes, 15 de enero de 2013

LA MÚSICA DEL PESCADOR






Hace muchos años un pescador vivía con su mujer y su hijo pequeño en una pobre cabaña junto al mar.
Era un pescador con mala suerte que nunca pescaba lo suficiente.
Aunque un buen día, al sacar la red, vio que había atrapado un gran pez, enorme y muy bonito.
Ante el asombro del pescador el pez le dijo que, en realidad, era un príncipe encantado y que debía volver al mar.
El pescador que era muy bueno le soltó y le dejó libre. Entonces el pez le dijo que pidiera un deseo que se lo concedería.
El pescador se lo dijo a su mujer, lo que le había pasado, y entonces, ésta, le dijo que quería ser la dueña de un palacio muy hermoso, ¡deseo concedido!, luego se cansó del palacio y pidió el sol y la luna y también ¡deseo cumplido! . . . pero con todo no se sentía feliz.
Entonces el pez desde su cueva en el fondo del mar concedió un tercer y no pedido deseo. Le concedió el Amor, y gracia a ese don recibido del pez que era un príncipe encantado, la mujer del pescador, el pescador y el hijo de ambos se abrazaron y fueron felices para siempre.
El último y tercer deseo había sido el mejor y ya nadie se acordó de los primeros deseos que no había satisfecho a la humilde familia de pescadores que, desde entonces, fueron felices y comieron perdices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario